El 16 de octubre de este año se celebra el Día Mundial de la Alimentación por trigésimo tercera vez. Con ocasión de esta efeméride también se conmemora el 68º aniversario de la fundación de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Este año se aclama esta fecha como una jornada para tomar conciencia de varios objetivos sensibles, pero impactados por la pandemia global como lo es el tema alimentario. Es en este contexto que la Maestría en Nutrición Pública de la UNALM (MNP) organizó por décimo cuarto año consecutivo el evento por el Día Mundial de la Alimentación, propiciando así el intercambio de ideas.
En esta ocasión participó como expositor el Mag. Enrique Román; Oficial a cargo de la representación de la FAO en el Perú, también contó con los valiosos aportes de los comentaristas: PhD. Jenny Valdez Arana; Decana de la Facultad de Industrias Alimentarias de la UNALM, Lic. Walter Vilchez; Director General del Centro Nacional de Alimentación y Nutrición del Instituto Nacional de Salud y del PhD. Alberto Maurer Fossa; Viceministro de Políticas Agrarias del MINAGRI.
La inauguración del evento estuvo a cargo de Jorge Alarcón Novoa; Vicerrector Académico de la UNALM, las palabras de bienvenida a cargo del Mag. Miguel Ángel Alcantara; coordinador de la MNP y contándose con la participación de la Mag. Cecilia Castillo; docente de la MNP como moderadora del evento. El cierre de esta actividad estuvo a cargo del Dr. Percy Zorogastua; director de la Escuela de Posgrado de la UNALM.
En su exposición el Mag. Enrique Román indicó que hasta el año pasado habían 690 millones de personas con hambre, eso representó un aumento de 10 millones de personas con respecto al año anterior (2018) y de casi 60 millones en los últimos 5 años. Los altos costos y escasa accesibilidad han impedido a miles de personas no alcanzar una alimentación saludable y nutritiva según indica el Estado de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el Mundo (SOFI 2020).
“Justo con la pandemia subsisten desafíos de carácter estructural tales como el repunte de la subnutrición, la pérdida y desperdicios de alimentos, el crecimiento demográfico que afecta a las zonas más pobres y rezagadas del país, la degradación ambiental de los ecosistemas especialmente la de los suelos y por supuesto, el estrés hídrico que amenaza las a las zonas productoras costeras”, sentenció Román.
Por su parte, la PhD. Jenny Valdez consideró clave marcar el rol de cada uno de los actores involucrados con la alimentación, tales como el gobierno, la academia, las entidades nacionales y de hecho con los empresarios; además de los agricultores, comunidades, asociaciones, procesadores, hasta los servicios de alimentación que de manera coordinada nos permitirá resolver el problema de seguridad alimentaria a nivel local y mundial.
“Como academia, para el acceso de esos alimentos seguros y nutritivos para satisfacer necesidades alimenticias, debemos replantear lo que venimos haciendo a este año 2020 y con miras al futuro. Se requiere que nuestras investigaciones se orienten a hacer una caracterización de la biodiversidad de plantas y animales ancestrales y conocer los potenciales que tenemos en nuestros alimentos”, expresó Valdez.
Finalmente resaltó que en este contexto de pandemia, desde la investigación se puede diseñar productos con materias primas locales que ayuden a suplir necesidades y así contribuir con la seguridad alimentaria nacional.
En su momento, el Lic. Walter Vilchez Davila mencionó que ningún país puede desarrollarse si su derecho a la alimentación se encuentra desprotegido y que para ello existen ciertas políticas relacionadas a la seguridad alimentaria, seguridad nutricional, a la salud y a la lucha contra la pobreza.
Para Vilchez, un mal estado de salud por una incorrecta alimentación afecta primordialmente a los niños. Es así que en el fondo de la situación hay una disminución en la capacidad del trabajo, en el rendimiento educativo, y en la productividad individual en un mediano y largo plazo.
Asimismo, indicó que las instituciones vinculadas a la seguridad alimentaria nutricional en los diferentes sectores y en los diferentes niveles del gobierno son quienes deben implementar las políticas nacionales. “El INS está dando énfasis al tema de la alimentación saludable el cual tiene el poder no solo para enfrentar los problemas de desnutrición, de anemia, sino también enfrentar la problemática que surge por la globalización y urbanización de nuestra residencia”, comentó Vilchez Dávila.
Posteriormente, el PhD. Alberto Maurer reflexionó sobre lo antes expuesto por los invitados del evento e indicó que los problemas de alimentación no se solucionan con producir más alimentos, que no basta con ello porque estos deben ser transportados, vendidos, preservados, comprados, luego hay que prepararlos y consumirlos. “Esta larga cadena que se piensa que es débil, resiste y es muy fuerte, pero todo esto no se puede dar si las políticas públicas no son las adecuadas”.
“Esas políticas públicas pueden fomentar el mercado, la producción, un buen transporte, una buena competencia, precios sanos pero también puede dirigir de manera no óptima el desarrollo de un mercado o de una producción y se concluye en resultados catastróficos”, sentenció el viceministro Maurer.
Esta segunda actividad virtual organizada y transmitida en vivo por la Maestría en Nutrición Pública tuvo como misión contribuir a la seguridad alimentaria del país, reafirmando de esta manera su compromiso con las tareas de «Cultivar, nutrir y preservar. Juntos».